Un pequeño niño indonesio, causó conmoción en el mundo entero cuando empezaron a circular videos en los que aparecía fumando. Con tan solo dos años de edad, Aldi había desarrollado una terrible adicción al cigarro, por lo que se fumaba varias cajetillas al día.
Ardi Rizal se hizo famoso y no por una buena razón. Es de un pequeño pueblo en Filipinas y fue durante mucho tiempo adicto a los cigarrillos. En 2010, cuando se hizo conocido, fumaba 40 cigarrillos por día.
A los 18 meses fumó su primer cigarrillo. Se lo dio su padre. Cuando los medios de comunicación dieron a conocer su caso, el gobierno también se interesó por esta problemática que se extiende mundialmente. Luego de mucho esfuerzo por parte de la madre de Ardi, e incluso del gobierno (que le dijo a la familia Ardi que le compraría un auto si el niño dejaba de fumar) que el chico abandonó su adicción.
Pero, no pudo liberarse de la ansiedad. Pasó de fumar a comer comida chatarra. Acudió a terapia para poder llevar la vida de un niño normal. La terapia consiste en mantenerlo ocupado con muchas actividades, para que no piense en la comida ni en los cigarrillos.
“Muchas personas le ofrecen cigarrillos, pero Ardi dice no”, comenta su madre, “Ardi dice que quiere a su terapeuta y estaría muy triste si él empezara a fumar y a hacerse daño otra vez”. Con el paso del tiempo, también logró combatir su adicción a la comida basura y hoy es una persona libre de cigarrillos y lleva una vida saludable.
La mamá de Aldi, Diana, quien en ese entonces fue severamente criticada por su irresponsabilidad como madre, asegura que su hijo pudo haber desarrollado el hábito de fumar al estar expuesto a otros fumadores cuando se lo llevaba con ella al mercado en el que vendía vegetales.
Por suerte, lo sonado de este caso le permitió a Aldi y a su familia recibir el tratamiento necesario para rehabilitarse, algo que muy pocas veces está al alcance de los niños indonesios que sufren de esta condición.
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